Discurso inaugural presidenta de ACHIF Claudia Muñoz Tobar

II Congreso Nacional de Filosofía – 2011

Estimadas autoridades, apreciados invitados y miembros de la Sociedad Colombiana de Filosofía, señor presidente de la Soc. Colombiana de Filosofía, colegas, amigos, queridos estudiantes, tengan ustedes muy buenas tardes, y sean bienvenidos a este II Congreso Nacional de la Asociación Chilena de Filosofía.

Quiero comenzar este discurso agradeciendo a todos aquellos que han hecho posible lo que hasta unas pocas semanas atrás se veía muy improbable, me refiero a que estemos aquí, hoy, inaugurando este encuentro. A pesar de las dificultades que el movimiento ciudadano impulsado por los estudiantes ha generado a la organización de este encuentro nacional, me siento feliz de que sea precisamente en estas circunstancias que nuestro congreso se realice. Feliz y entusiasmada de que podamos compartir con nuestros amigos colombianos, invitados de honor, con nuestros estudiantes, con nuestros colegas y con todos quienes han venido a participar, no sólo el trabajo al que hemos dedicado tango tiempo y esfuerzo intelectual, sino también ideas y experiencias en torno a lo que nos mantiene hoy comprometidos en una discusión decisiva para el futuro de la educación en Chile. Contaremos con ponencias dedicadas al tema educacional, varias de ellas tocando algunos de sus aspectos más polémicos. Dónde sino en un encuentro filosófico como este podía albergarse esa discusión y esa reflexión.

Agradezco también a los estudiantes de Licenciatura en Filosofía de la Universidad Católica de la Sma. Concepción, de Pedagogía en Lenguaje, Comunicación y Filosofía de la U. San Sebastián y de Pedagogía en Filosofía de la U. de Concepción por su invaluable ayuda en las distintas comisiones.
Quiero hacer mención, a propósito, a un aspecto que me parece verdaderamente significativo, me refiero a que el congreso nacional y las actividades que la Asociación Chilena de Filosofía ha impulsado en estos meses para llevar la filosofía a la comunidad de la ciudad anfitriona, haya puesto en contacto a estudiantes de filosofía de distintas universidades. Hago votos porque esta camaradería entre personas ligadas por una elección no siempre aplaudida se vaya fortaleciendo y nos permita construir una comunidad de profesores y estudiantes trabajando y difundiendo la filosofía en nuestra región.

Y agradezco también a los coordinadores y miembros de las comisiones organizadoras, en especial a Andrés Bobenrieth, coordinador de la comisión académica, por el apoyo y el arduo trabajo de tantas semanas, saltando incontables obstáculos.

Me ha correspondido en estos dos últimos años la misión de llevar adelante este encuentro. Siento que es necesario en este punto hacer algo de historia, para aquellos que, como nuestros invitados colombianos, y amigos extranjeros, no saben que hasta el año 2009 habían transcurrido unos veinte años sin un encuentro que convocara a la comunidad filosófica chilena. A la iniciativa, el compromiso y la determinación de dos muy queridos amigos debemos en gran medida este segundo encuentro nacional. Me refiero a Eduardo Fermandois y a Wilfredo Quezada aquí presentes.

La Asociación Chilena de Filosofía nació en ese congreso de octubre, y este viernes sus miembros decidirán a quienes corresponderá el nuevo desafío de encabezar la organización del tercer congreso nacional de 2013, y de continuar en los otros frentes de trabajo de la asociación.

Es cierto que ese primer congreso en 2009 es inolvidable no sólo por su gran convocatoria, después de esos años sin encontrarse, sino también por sus frutos. Este segundo congreso nacional tiene la relevancia de ser, por un lado, parte de la proyección de ese primero, y por otro, el de constituir, espero, una motivación para seguir reuniéndose, también en regiones, en encuentros guiados por el mismo espíritu de apertura y amplitud temática.

Finalmente El II Congreso Nacional de Filosofía ha inaugurado también una modalidad por la que nuestra comunidad filosófica se abre y se vincula con otras sociedades filosóficas de países hermanos. Quedará en la historia de los congresos nacionales chilenos que el congreso nacional de 2011, en Concepción, tuvo a Colombia como primer país invitado. Bienvenidos amigos, y espero que este primer encuentro nos lleve a consolidar el lazo, y que nos sigan visitando en Concepción. Gracias a todos ustedes, y sigan acompañándonos en esta fiesta filosófica, ánimo y que disfruten estas caminatas primaverales.