Resúmenes de Ponencias (I-L)
I Congreso Nacional de Filosofía 2009
[En orden alfabético por apellido]
Juan Rivano y la recepción neopositivista en la década 1960-1970
Alex Andrés Ibarra P.
Universidad Católica del Maule/Universidad de Talca/Universidad Santo Tomás
La obra de Rivano se encuentra casi totalmente publicada, ésta ha sido publicada en nuestro país, incluso los textos posteriores a su exilio que ha escrito desde Suecia, país en el cual reside hasta hoy. Este trabajo de publicación constante en nuestro país lo sitúan como un filósofo de los más productivos en su trabajo escrito que no se ha desvinculado de la actividad filosófica chilena.
La recepción y crítica de la obra de Rivano no es por ningún motivo exhaustiva, pero algo se ha dicho de este autor principalmente referencias a sus textos relacionados con la corriente hegeliano-marxista de la filosofía se encuentran, aquello que Rivano comúnmente llamaba como pensamiento dialéctico. También han tenido gran uso sus trabajos en lógica principalmente por jóvenes estudiantes no sólo chilenos. Alguna difusión y crítica también tienen sus trabajos de crítica a los filósofos latinoamericanos. Pero poco se ha dicho sobre su relación con el neopositivismo, corriente con la cual sí se le solía identificar.
Sin duda que Rivano será uno de los principales receptores de autores ligados al neopositivismo ya desde la importante –para nuestra filosofía- década del 60. Pero esta recepción de Rivano no estará ausente de crítica, cuestión de la cual sabemos hizo su práctica filosófica. Esta crítica se verá influenciada por el ánimo orteguiano omnipresente en Latinoamérica en este período. Veremos como el autor en el periodo señalado se acerca, tal vez hasta de manera no preconcebida, al pensamiento de Ortega y cómo se aparta de éste al ir interiorizándose en otras corrientes del pensamiento contemporáneo.
Avatares de la Teología Política: Carl Schmitt y Sayyid Qutub, una comparación
Rodrigo Antonio Karmy B.
Universidad de Chile
Desde que en 1922 Carl Schmitt publicara su libro «Teología Política. Cuatro ensayos sobre la soberanía» la teología política de matriz cristiana ingresa decisivamente a la esfera de la discusión filosófico-política. Para Schmitt la revitalización de la teología política constituye un reposicionamiento de la categoría jurídico-política de soberanía en el campo del derecho y de la teoría política. Sin embargo, ¿Qué ocurre en el mundo árabe e islámico? ¿Existe en el Islam algo así como una teología política? En efecto, Sayyid Qutub quien fuera uno de los fundadores de “Los hermanos musulmanes” escribe una de sus primeras obras denominada “La justicia social en el Islam” en la cual dedica una buena parte al problema de la soberanía. ¿Cuál sería la relación entre la excepción y la ley, entre el ejercicio del poder y el orden jurídico en Schmitt y Qutub? La tesis que guía a la presente ponencia es que existen, al menos, dos similitudes entre la teología política cristiana sostenida por Schmitt y teología política musulmana defendida por Qutub: en primer lugar, ambos hacen una crítica radical tanto al marxismo como al liberalismo decimonónicos, en segundo lugar, ambos optan por el modelo teológico-político ya sea del cristianismo (Schmitt) como del Islam (Qutub) para superar ambas corrientes herederas de la ilustración. Así, la presente ponencia compara la teología política de Schmitt con la teología política de Qutub en lo que se refiere al problema de la soberanía basándonos, esencialmente, en el texto “Catolicismo y Forma Política” escrito por Schmitt en 1923 y en “La justicia social en el Islam” escrito por Qutub en 1949.
La literatura como cuestión de realidad en Patricio Marchant
Andrea Roberta Kottow K.
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Una de las preocupaciones reiterativas de Patricio Marchant en sus diversos textos es la misma escritura. A pesar de compartir con algunos de sus referentes teóricos, como Roland Barthes, Jacques Derrida o Jacques Lacan, la convicción de que el lenguaje, en primeros términos, no hace sino referir a más lenguaje, desencadenándose de este modo un deslizamiento infinito de un significante a otro, Marchant sí le atribuye a la literatura la capacidad de desplegar significados “reales”. Es más, sería la literatura el único espacio en el que la realidad llega a ser percibida como real. Esta capacidad no entra en contradicción con la suplementariedad del lenguaje, sino, todo lo contrario, es resultado de ella. La literatura no dice la realidad, refiriéndola representativamente; en lugar de ello, accede al inconsciente por vía de un movimiento de desplazamientos. Marchant sigue a Lacan en la idea de que este encuentro con lo real está marcado por una ausencia que se hace presente y en tanto adquiere la potencialidad de constituirse en un lugar del goce.
En la ponencia propuesta se revisará algunos de los textos en los que Marchant reflexiona sobre literatura para desentrañar la posibilidad de hacer perceptible lo real que el filósofo atribuye a la creación literaria. Para tales fines, nos centraremos, especialmente, en los textos que Marchant escribiera con posterioridad a sus reflexiones acerca de la poesía de Gabriela Mistral, desplegadas en Sobre árboles y madres, textos incluidos en Escritura y temblor, en los que lee a Nicanor Parra, Violeta Parra, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges y a Gabriela Mistral, entre tantos otros que Marchant disgresivamente va incluyendo en sus escritos.
Idea de «vivido-proyectado». Un criterio para interpretar las relaciones intersubjetivas en el campo de las Ciencias Sociales
Rubén Enrique Leal R.
Universidad de la Frontera
Nos proponemos mostrar que la idea de «vivido-proyectado» constituye una herramienta útil para continuar el estudio de la teoría de los motivos, propuesta por Max Weber y tomada por Alfred Schütz, con algunas consideraciones.
La teoría de los motivos fue formulada en el campo de la subjetividad como condición necesaria para asumir el estudio del Otro y proyectar acciones comunes entre dos actores sociales. Esta teoría integra a los «motivos porque» y a los «motivos para» que provocan y proyectan una acción social, respectivamente y, por otra parte, tiene sus raíces en dos corrientes de pensamiento inauguradas por Henri Bergson y Alfred Schütz, donde el primero aporta principalmente la noción de «durée», mientras que el segundo incursiona en la teoría de los «motovos para».
En este contexto, realizaremos algunas reflexiones en torno a la noción de «vivido-proyectado», pues, nos parece que puede asumirse como un recurso metodológico que nos puede ayudar a interpretar los proyectos de acción y, a la vez, evitar un nuevo tipo de dualismo relacionado con la idea de tiempo, es decir, se trata de reflexionar acerca de algunos tipos de vinculaciones que puede tener la conciencia del actor en los procesos de articulación de las vivencias cuando, especialmente, desarrolla sus relaciones sociales con otros actores en la vida cotidiana.
A nuestro parecer, la idea de «vivido-proyectado» y su aplicación puede trascender estudios epistemológicos, como el que proponemos, para incursionar en el campo de la ética y de las relaciones que establece el profesor con sus estudiantes en el campo de la educación, entre otros. En esta ocasión, pretendemos referirnos a estos dos ámbitos para lo cual usaremos la noción de «intersubjetividad», que encontramos en las investigaciones realizadas por Alfred Schütz.
Más allá de la política de la dominación: Nietzsche’s concepción aristocrática de la cultura.
Vanessa Lemm
Universidad Diego Portales, Instituto de Humanidades
El “radicalismo aristocrático” de Nietzsche ha sido interpretado o bien como la tesis que Nietzsche favorece un retorno a los modelos políticos de sociedad aristocrática pre-moderna que son completamente incompatibles con la democracia moderna, o bien que su aristocrátismo es una variación radical del individualismo liberal, un opción estética y apolítica de vida. En esta conferencia argumento que el aristocratismo de Nietzsche no cabe dentro ninguna de estas interpretaciones. En vez, Nietzsche entiende la sociedad aristocrática en términos espirituales-culturales y no políticos. Formas aristocráticas de sociabilidad son anárquicas o contra-institucionales cuando se las compara con un orden político de dominación legítima. A pesar de esto, el aristocratismo de Nietzsche no es una forma de individualismo liberal porque se orienta hacia la educación de un sentido de responsabilidad hacia otros. A la luz de mi análisis de la nobleza en Nietzsche, una sociedad y cultura aristocrática debe ser un ordenamiento horizontal de poderes igualmente respetados y que están involucrados por y contra cada uno de tal manera a elevar el significado de la responsabilidad del individuo singular.
Movimientos migratorios y las fronteras de la filosofía política. Sobre la relevancia moral de las fronteras
Daniel Hans Loewe H.
Universidad Adolfo Ibáñez
Aunque el fenómeno de la inmigración juega un rol crecientemente importante en la política y cultura pública de muchas sociedades, casi no encontramos tratamientos sistemáticos de este fenómeno dentro de la filosofía política actual (algunas excepciones son Walzer 1984, Carens 1987; 1992; 2003; 2005; y Vitale 2004). Las respuestas dadas a los temas de la inmigración son variadas y van desde una defensa sin compromisos de una política de “open borders” (p. ej.: Carens 1987) o de un derecho a movimiento sin fronteras, pasando por un desconocimiento de la naturaleza y alcance del fenómeno (p. ej.: Rawls 1971; 1999), hasta la justificación de la posibilidad del cierre absoluto de las fronteras en el caso de los así llamados inmigrantes económicos (p. ej.: Walzer 1984).
La falta de sistematización en las respuestas así articuladas, no se debe a un simple descuido o a una indebida apreciación de la relevancia de un fenómeno. Más bien, frente al fenómeno de la inmigración, encontramos en algunas de las teorías que en la actualidad encuentran mayor aceptación en la filosofía política, como es el caso de las teorías liberales igualitarias, lo que podríamos denominar una suerte de desconcierto normativo. De acuerdo a una tesis central en esta ponencia, este desconcierto normativo se deja retrotraer en gran medida a las estructuras argumentativas de justificación paradigmáticas por las que se guían estas teorías. En esta ponencia, algunas de estas estructuras serán investigadas de un modo crítico. A la luz de estos análisis se argumenta a favor de una posición cosmopolita y un derecho a movilidad sin fronteras.
Lo Ideal y lo real en Hegel
Carlos Enrique López A.
Universidad ARCIS
Esta ponencia es un acercamiento al problema de lo Ideal y lo Real en Hegel, tal como el autor lo plantea al proponer su concepción de lo Infinito, en su Ciencia de la Lógica. Así, lo que aquí realizó, es el exponer de manera esquemática qué es lo que Hegel propone por lo Infinito y por lo Finito; para luego, a partir de ello, asentar de manera precisa qué es lo que él propone por lo ideal, y qué por lo real.
De manera muy general, se puede decir, que lo que Hegel realiza allí, a partir de su particular concepción de lo Infinito, es una inversión de la relación en que tradicionalmente se tienen tales categorías. Lo Infinito es propuesto por Hegel como una actividad, en la cual, lo finito es un momento interno a ella. Es un momento necesario, pero que, como momento, pierde su sustentabilidad propia; con lo cual, el querer considerarlo como por sí mismo, o como externo a esta actividad que es lo infinito, no pasa de ser una abstracción, desde la concepción de Hegel. Con ello, es lo Infinito lo que asume una cualidad afirmativa, mientras que lo Finito, en tanto que momento, y como lo que es meramente transitorio, es determinado como lo negativo. A partir de tal cualificación, lo Infinito queda como lo Real, que es en sí mismo la actividad de limitarse a sí, y ponerse como lo finito. Mientras que éste es momento en esta actividad, y determinado como aquello a ser superado.
Así, lo Ideal, es lo transitorio, y lo Real lo perenne; pero, sin embargo, ello sólo es así, en tanto que la oposición entre ellos, se dé de manera interna. De este modo, lo Ideal es interno a lo Real, y es un momento en su proceso, y no son como categorías simple y exteriormente opuestas.
Esta es una distinción esencial para comprender de manera cercana la filosofía de Hegel, pues, este esquema es recurrente al momento de considerar categorías tales como la de Esencia, Idea o Concepto. Como también lo es, para considerar las críticas y aquello que es utilizado como medida de la consistencia de su Lógica y de su Sistema.
Acción, historia y natalidad en Arendt
María José López M.
Universidad de Chile
Fragmentos de una filosofía de la historia es lo que encontramos en dos textos claves del pensamiento de Arendt de los años 50’: su obra clásica The Human Condition y el artículo History and inmortality. Esta filosofía de la historia debe ser pensada en estos textos como un complemento necesario a la fenomenología de la acción desarrollada durante este período. El vínculo entre acción y narración histórica se hace imprescindible en estas obras, esa es la apuesta de esta ponencia al menos. Al mismo tiempo la ‘narración histórica’ reconfigura el sentido y alcance del concepto de acción, y prefigura algunos elementos del tardío interés de la filósofa por la vita contemplativa y sus actividades. En la medida en que la acción inicia y pone en movimiento (archein), hace necesaria la narración histórica para concluir, llevar a término (prattein), en este sentido “Aunque las historias son los resultados inevitables de la acción, no es el actor, sino el narrador, quien capta y ‘hace’ la historia” (LCH, p. 215). Pero ‘hacer la historia’ significa para Arendt más que fijarla, abrir el campo de sus interpretaciones, poner en movimiento sus posibles sentidos, en la medida en que ellos dejan abierta la posibilidad de la novedad histórica. En un campo nuevo, ya no el de la praxis, reaparece el concepto de natalidad (natality) en uno de sus significados específicos: hacer historia es completar la acción para abrir la oportunidad a las nuevas interpretaciones y constatar, como hace la autora, que la historia está llena de comienzos.