“No se nace mujer, sino que se llega a serlo”, tal es la célebre frase de Simone de Beauvoir del año 1949, cuando publicó su necesario libro para los estudios de género: El segundo sexo, en el que reflexionaba sobre qué significaba ser una mujer. Hoy 8 de marzo, ya instalado en el imaginario mundial como el 8M, es un día en que no se erige una celebración por el “orgullo femenino”; sino que, siguiendo la pregunta de Simone de Beauvoir la cual insiste y resiste en ¿qué significa ser una mujer?, se evidencian cómo han ocurrido los modos de legitimación y reproducción del mandato psíquico e inconsciente de la “feminidad”; se nos recuerda el rol de LA mujer en la sociedad dentro del espacio doméstico y privado, así como el rol reproductivo dentro de la división sexual del trabajo; y se nos recuerda, finalmente, la naturalización de una matriz [materno] heteronormativo y binario como base social de lo que se entiende por FAMILIA, donde ella -la mujer-madre- ha cumplido y debe moralmente cumplir el rol histórico de cuidadora del otro.
En esta línea, se podrían seguir escenificando los archivos memoriales que nos han impuesto LA y UNA sola respuesta, la cual reúne todos aquellos significantes que emergen a partir de la célebre frase de Beauvoir “No se nace mujer, sino que se llega a serlo”. Y se ha llegado a serlo a partir del supuesto que se ha nacido mujer. Supuesto que ha caído en una pregunta esencialista, ¿qué es ser una mujer?, pregunta y respuesta que se han hecho necesario revisitar, revisar y problematizar.
Desde el ámbito de la filosofía, las filósofas seguimos problematizando este supuesto saber de lo que es ser mujer y como mujeres miembros de la ACHIF -en representación de las voces de muchas compañeras- conmemoramos este día para volcar aquel supuesto saber de lo que es una mujer, incluso desde la arrogancia racional de la filosofía masculinizada a través de su voz logocéntrica, y seguir insistiendo en que no se nace así, sino que se llega a serlo.
Conmemoramos este día para recordar que hay que seguir insistiendo que vamos siendo y en este proceso, ir visibilizando las luchas que buscan continuar la democratización de los espacios vitales, educativos y académicos, donde la “paridad” y “equidad” universitaria de género no se convierta en un indicador cuantitativo para obtener puntajes de acreditación y de adjudicación de proyectos de investigación.
Desde la ACHIF, las mujeres de este nuevo directorio y directiva, hacemos un especial reconocimiento a aquellas filósofas que nos formaron, y cuyo legado aún sigue en nuestra retina y en nuestro modo de hacer filosofía. Destacamos entre ellas a Olga Grau, Patricia Bonzi, Cristina Hurtado, Cecilia Sánchez, Nelly Richard, Carla Cordua y a María Teresa Poupin. Pero, también hacemos un especial reconocimiento al acto histórico de emancipación en el que compañeras murieron incendiadas en una fábrica en New York. Ha sido y es por medio de esa expresión de lucha y rebeldía que se conmemora el 8M a nivel mundial. A todas ellas, mujeres que dieron la vida, a las filósofas que han marcado una traza en la filosofía chilena y que nos inspiran a seguir en las luchas por la igualdad, siempre respetando las diferencias, es que conmemoramos la insistencia y la resistencia.
Un fuerte abrazo de sororidad por este día 8M y que la lucha continúe.
Lorena Zuchel, Universidad Técnica Federico Santa María
Claudia Gutiérrez, Universidad de Chile
Lorena Souyris, Universidad Católica del Mule
Mariela Ávila, Universidad Católica Silva Henríquez