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Casa de Filosofía denuncia “secuestro ilegal” de equipos y libros durante allanamiento
El colectivo Casa de Filosofía denuncia una “ofensiva policial y mediática” que tuvo un punto especialmente alto el martes, cuando la Policía allanó el local y se llevó detenidas a cuatro personas, que fueron posteriormente liberadas, sin cargos, por la Justicia. Los integrantes del colectivo denuncian, en una declaración a la que tuvo acceso la diaria, que mediante “procedimientos ilegales” la Policía sustrajo del local material de trabajo, como computadoras, cámaras de fotos, discos externos y libros. “Estos equipos son nuestras herramientas de trabajo, en ellos estudiamos, preparamos nuestros cursos y desarrollamos nuestros trabajos de investigación”, sostienen, y reclaman “del Poder Ejecutivo en la persona de su máximo representante, el Sr. Presidente Tabaré Vázquez, el reintegro inmediato de los instrumentos sustraídos”.
Casa de Filosofía es un espacio autónomo que se propone dar lugar a “distintas formas de sensibilidad y comprensión de la experiencia colectiva” promoviendo “una transformación de las condiciones que determinan las relaciones de poder y sus expresiones formales”. Esa autonomía, dicen, es la que los vuelve peligrosos a los ojos de un gobierno que “en la última década ha tendido a monopolizar todas las formas de la cultura estatizando las estructuras de la producción del arte y el pensamiento”. El colectivo rechaza lo que describen como una “política de emplazamiento institucional y de estigmatización mediática de distintas expresiones de la educación y el estudiantado”.
Fuente: la diaria.
Declaración de Casa de Filosofía:
Criminalización de la filosofía en Uruguay
Una estrella
cuyos vértices dan forma al pentágono
circunscrito en el ciclo cósmico,
ecce homo.
Finalmente el aparato de inteligencia de la policía ha logrado lo que deseaba hace mucho tiempo: saber qué pasa dentro de Casa de Filosofía, qué hacemos y qué pensamos. En efecto, el día martes 4 de abril hemos sufrido un allanamiento con procedimientos ilegales, por medio del cual la policía ha sustraído nuestras computadoras, discos externos y demás equipos de trabajo.
Casa de Filosofía expresa una tendencia a la radicación de distintas formas de sensibilidad y comprensión de la experiencia colectiva. Esta implantación múltiple y diversificadora del saber en el seno de la sociedad es efecto y, a su vez prohija una transformación de las condiciones que determinan las relaciones de poder y sus expresiones formales. Desde entonces gana significación y proyección el nucleamiento de humanistas, artistas y creadores en pos de elaborar una alternativa a la trivialización instrumental de los vínculos interpersonales.
En este espacio se han generado diversos movimientos de crítica social y política: hemos organizado actividades de información y discusión sobre los megaproyectos extractivistas, hemos impulsado coloquios internacionales, talleres de investigación, exposiciones de arte, seminarios de filosofía, ciclos de cine, cursos y conferencias, se ha generado una vasta biblioteca humanística, se realizaron presentaciones de libros, ciclos musicales, cursos de español para inmigrantes, vínculos con el barrio, etc. En tales actividades han co-participado instituciones como Universidad París 8 Saint-Denis, Fundación para el Pensamiento Argentino e Iberoamericano (F.E.P.A.I.), Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, FESTIVAL GLOBALE, Asamblea Nacional Permanente y otras.
Parte fundamental del proyecto Casa de Filosofía es su Editorial Maderamen, la cual ha publicado tres libros de íntegro desarrollo interno, dos de los cuales, Contragobernar del filósofo uruguayo Ricardo Viscardi y Lecturas del progreso publicado pocos días antes del allanamiento, son trabajos críticos con las políticas gubernamentales en diversos órdenes.
Estos son tiempos en los que llevar adelante la empresa del pensamiento se torna peligroso. Lo que más merece ser pensado, dice Heidegger, es el hecho de que no pensamos. El desarrollo del capitalismo en Uruguay ha alcanzado su fase global durante el gobierno del Frente Amplio. Como consecuencia, las estrategias del mercantilismo han inundado todas las formas de producción del conocimiento. La propia Universidad ha sido víctima del capitalismo epistemológico que estos gobiernos han importado e instalado. De tal forma, las dinámicas sociales se reterritorializan para terminar siempre siendo funcionales al sistema. El vicepresidente de la República, también víctima de avatares epistemológicos, declaraba en 2014, antes de las elecciones nacionales: “Tenemos que ir cada vez más hacia una sociedad más controlada” (Entrevista en Código País 4/9/14.).
Frente a tal estado de cosas, la crítica como condición activa del ser humano se actualiza a través de la intervención del saber como clave de la participación social y sólo se enriquece por esa vía con la diferenciación permanente de los individuos y colectivos. Correlativamente, los equilibrios de la comunidad exigen, una vez planteados en la perspectiva del quehacer intelectual, la incorporación permanente de la crítica, a través de la circulación de inclinaciones y sensibilidades que pautan las comunidades, por fuera y por dentro de cada sociedad.
Una política funcional a la explotación económica y a la marginalización de parte de la sociedad guía sus estrategias discursivas a través de un sentido único para el pensamiento, un convencionalismo monoteísta enredado en una fantasmagoría mediatizada que contraviene las variadas expresiones de la vida y la cultura.
En la última década el gobierno ha tendido a monopolizar todas las formas de la cultura estatizando las estructuras de la producción del arte y el pensamiento, es decir, las disciplinas o las formas del pensamiento crítico. Si bien hace largo tiempo que la creación humanística en Uruguay es una actividad pauperizada por el propio poder político, es debido señalar que el gobierno a través de la política que lleva adelante, estatizando y sistematizando la producción artística, se ha consolidado como gerente e instigador de las ideas estéticas.
Como contrapartida a ese proceso homogeneizante del pensamiento, espontáneamente han surgido en Montevideo y también en el interior del país numerosos proyectos autónomos y autogestionados. A través de ellos, colectividades de distinta índole hemos sostenido manifestaciones independientes en el arte, las humanidades y la filosofía. Así pues, Casa de Filosofía es un espacio gracias al cual nos hemos separado de toda forma de producción del conocimiento que condicione su acceso, garantice solo efectos mercantiles o tenga como único fin lo que conviene ser conocido. Es por esa autonomía que este gobierno nos considera espacios peligrosos, porque sobre ellos no puede controlar. En tal estado de Excepción la incondicionalidad de la filosofía y el pensamiento crítico -tal como lo sostuvo Derrida- se hacen urgentes.
Como parte de una orientación política cuyos móviles son ajenos al colectivo Casa de Filosofía, el Poder Ejecutivo ha desplegado en los últimos años una política de emplazamiento institucional y de estigmatización mediática de distintas expresiones de la educación y el estudiantado de nuestro país. Desde esa perspectiva vienen a ser identificadas las reivindicaciones educativas y las manifestaciones juveniles como actividades contrarias al equilibrio social y al desarrollo de la comunidad nacional. Como parte de esa ofensiva policial y mediática, fue allanado el local de nuestro colectivo en una actuación que culminó con la liberación por orden de la jueza actuante de los miembros de nuestro colectivo el mismo día de su detención. No obstante, al regresar se constató el secuestro ilegal de nuestras computadoras, discos externos, cámaras de fotos, y libros de nuestra editorial, elementos que son ajenos al objetivo mismo de la indagación judicial. Estos equipos son nuestras herramientas de trabajo, en ellos estudiamos, preparamos nuestros cursos, y desarrollamos nuestros trabajos de investigación. En una de las computadoras se realiza un proyecto final de carrera para la Facultad de Arquitectura, otra se utiliza exclusivamente para la postproducción de una película.
El colectivo de Casa de Filosofía reclama del Poder Ejecutivo en la persona de su máximo representante, el Sr. Presidente Tabaré Vázquez, el reintegro inmediato de los instrumentos sustraídos a nuestro colectivo y lo hace responsable por los perjuicios morales y materiales que supone la alteración de la labor en curso. Se propone asimismo difundir tanto entre la comunidad nacional como en el medio académico internacional estos efectos de criminalización de la crítica que cunden en el presente del Uruguay.
Comisión de Casa de Filosofía