Pedro Miras: filosofía, artes y exilio. Por Alex Ibarra

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republicación del original publicado en le monde diplomatique

Pintura de Krisha Fuentes

Acaba de fallecer unos de los filósofos chilenos más respetados al interior de la Universidad chilena. La Universidad de Chile abrió las puertas del MAC para despedir sus restos. Sin duda, esto es parte de un merecido reconocimiento. En el Homenaje participaron el Rector Ennio Vivaldi, el Director del MAC Francisco Brugnoli, la Decana Clara Luz Cárdenas y la Directora de la Escuela de Posgrado Guadalupe Álvarez de Araya, el historiador Sergio Grez, todos de la Universidad de Chile.

La trayectoria académica de Pedro Miras estuvo ligada a la Facultad de Bellas Artes y se le suele recordar como el Decano de la Reforma Universitaria que había iniciado su proceso de transformaciones en los primeros años de la década del sesenta. En la ocasión se recordó que su llegada a la Universidad de Chile había sido parte de la gestión de Luis Oyarzún Peña, desempeñándose como docente en la Facultad de Arquitectura. De su período de decanatura se destaca la formación de dos departamentos académicos, el de artes visuales y el de teoría. Con esto logra establecer una vinculación institucional entre el arte y la filosofía que sigue desarrollándose en la producción filosófica contemporánea chilena.

Sin duda, Pedro Miras es miembro de ese grupo de filósofos que participaron del periodo incipiente de la institucionalización de los estudios filosóficos en Chile y su nombre debe quedar junto a los nombres de Jorge Millas, Luis Oyarzún, Félix Schwartzmann y Juan Rivano. Las principales influencias filosóficas de este maestro y académico tienen anclaje en la filosofía contemporánea, autores como Nietzsche, Sartre, Husserl y Heidegger son parte de su producción filosófica.

Es conocida su militancia política en el Partido Socialista antes del Golpe militar que instaló la dictadura y que trajo consigo el neoliberalismo. Varios chilenos militantes de distintos partidos políticos recuerdan el apoyo que brindó junto a su esposa, la también filósofa Patricia Bonzi, a varios exiliados chilenos que partieron a Francia. Parte de esta memoria la podemos encontrar en un texto publicado recién el año pasado titulado “Memoria e historia”, en donde nos dice: “Porque la verdad es que a pesar de que la memoria nos parezca fundamentalmente depósito de experiencia ya vividas, lo cierto es que en ciertas circunstancias ella puede recibir embates que alteran lo que nos parece inalterable”.

Tal vez el permanente compromiso político de Pedro Miras sea la razón por la cual no aparece mencionado en el libro de Roberto Escobar sobre los búhos chilenos, sin duda es una omisión en el apartado a la filosofía y el arte. El MAC le rinde homenaje cerrándose a los visitantes de las muestras y colecciones, pero simbólicamente abre los salones con pinturas de artistas de la década del sesenta representando una suerte de bienvenida al panteón de los artistas críticos de aquella época que soñaban con un Chile soberano construido desde lo popular.

La filosofía de Pedro Miras es de carácter práctico, no sólo por sus aportes a las artes visuales en nuestro país. La importancia de su filosofía es que nunca pierde un pensar la universidad desde una perspectiva política, así lo plantea en uno de sus textos publicados en la Revista Anales: “La Universidad contemporánea tiene, fundamentalmente, una tarea de orden político que llevar a efecto. Y es únicamente esta tarea la justificación existencial de la Universidad de nuestro tiempo”.

Su interés por la estética y por la crítica, su vocación por la universidad, y su vida de filósofo militante se mantendrán presente a los largo de su vida, de ahí que en su retorno a Chile en la posdictadura asuma una tarea fundamental en la creación de la Cátedra UNESCO.

El legado de Pedro Miras no se agotará en la memoria de todos aquellos que le conocieron y que le estiman como maestro. La obra de Pedro Miras se convierte en uno de aquellos estudios pendientes para los que nos dedicamos al estudio de la filosofía chilena. Ojalá las instituciones estén a la altura para poder publicar la obra de este autor y poder estudiarla con la seriedad que se debe abordar la escritura de aquellos que no se toman la filosofía como adorno y que en su producción entregan una historia de las ideas cercana a eso que Nietzsche reconocería como filosofía con historia o no acéfala.

Alex Ibarra Peña.
Vicepresidente Fundación Jorge Millas.
Docente Universidad Católica Silva Henríquez.

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